"La emperatriz" ya es la segunda serie más vista de Netflix. La fórmula infalible de éxitos como "Los Bridgerton" se repite: una serie de época, una historia de amor "royal" plagada de intrigas palaciegas y un sinfín de escenarios y vestidos opulentos.

Mientras se acerca el estreno de la quinta temporada de "The Crown" (el próximo 9 de noviembre) y la tercera temporada de "Los Bridgerton" debería aterrizar en Netflix el año que viene, la apuesta de la plataforma de "streaming" por las series de época continúa. Y tiene toda su lógica. Para empezar, es una fórmula infalible. "La emperatriz" acaba de estrenarse en Netflix y ya es el segundo contenido más visto de su catálogo. Y eso pese a ser una serie alemana y sin estrellas reconocibles. Pero su éxito tiene una explicación adicional: la historia de Sissi sigue causando tanta fascinación como cuando Romy Schneider la popularizó en los años 5o. La "Sissimanía", que convirtió a Isabel de Baviera en un icono, vive en la época del "streaming" una segunda edad de oro.

Protagonizada por Devrim Lingnau, en la piel de Sissi, y Philip Froissant, en la del apuesto y engalanado Francisco, la historia arranca cuando Isabel, todavía una adolescente, conoce, se enamora y se promete con el emperador de Austria para sorpresa de las familias de ambos. Hasta ahí, el cuento de hadas va sobre ruedas más allá de las intrigas y tensiones palaciegas, en este caso de la opulenta corte vienesa. Pero al contrario que "Los Bridgerton",  cuyas licencias creativas son parte del encanto de un historia que se recrea en las frivolidades de la aristocracia, "La emperatriz" saca punta a la biografía de Sissi, tal y como "The Crown" hace virtuosamente con la figura histórica de Isabel II.

Ingredientes para un buen drama de época no le faltan, desde luego. Como contaba Ángeles Caso en la biografía "Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría", Isabel de Baviera, y posteriormente de Austria, fue una mujer rebelde, culta y absolutamente adelantada a un tiempo en la que las aristócratas como ella estaban destinadas a ejercer un papel meramente decorativo en la corte. Ella, sin embargo, consiguió trascender el estereotipo y convertirse en la primera "royal" europea que traspasó los confines del palacio para ser una "celebrity".

¡Mira el tráiler acá!

https://www.youtube.com/watch?list=TLGGe7Q-osy3IQYwNDEwMjAyMg&v=k9It-7-I44Q&feature=emb_imp_woyt